Seguro que te habrás preguntado alguna vez cómo debe ser la alfombra de cocina perfecta.
Y la pregunta tiene mucho sentido, porque una alfombra de cocina ha de ser mucho más lavable y resistente que cualquier otra alfombra de la casa.
Porque la cocina es un campo de batalla diario en el que los suelos sufren un trato duro y exigente que requiere soluciones diferentes a otros lugares de la casa.
La cocina tiene una serie de requerimientos muy particulares que limitan el abanico de alfombras que podemos colocar.
Los requisitos de una alfombra de cocina
- La robustez y resistencia al desgaste y al uso continuo debe ser la principal característica de una alfombra de cocina. Eso significa que deben ser trotonas y capaces de aguantar el uso intensivo, ya que la cocina es un lugar de pisada constante.
- Es importante que sean finas y que queden pegadas al suelo, ya quem si evitar tropezones es importante en cualquier lugar de la casa, en la cocina, cuando estamos cocinando, todavía más.
- Cuanto más lisa sea la superficie de la alfombra tanto mejor. Así evitamos que se pueda acumular el polvo y restos de comida que inevitablemente se le caerán encima, y facilitaremos las labores de limpieza.
- Una buena alfombra de cocina debe ser impermeable o lavable con agua, porque vamos a necesitar limpiarla con mucha más frecuencia que cualquier otra alfombra de la casa, y la limpieza con agua facilita mucho las cosas (y no digamos si le podemos pasar la fregona directamente).
Tipos de alfombras perfectas para la cocina
Así pues, cualquier alfombra que sea resistente y lavable ya tiene muchos puntos ganados para hacernos un buen servicio en la cocina.
Hay alfombras muy trotonas, como las de algodón tipo jarapa o farrapo, lavables en lavadora, pero tienen el inconveniente que son flexibles y por tanto propensas a tropezones y resbalones.
Por eso, si queremos que además de resistente y lavable sea fina, lisa y se quede pegada al suelo, las alfombras de cocina de vinilo o polipropileno brillan con luz propia.
Vinilo y polipropileno, los mejores materiales para alfombras de cocina
Las alfombras vinílicas son muy finas, súper resistentes y muy adaptables para la guerra diaria en la cocina. Quedan completamente pegadas al suelo y no se mueven.
Particularmente las de vinilo trenzado ofrecen más textura y resistencia, aunque otros tipos de alfombras vinílicas de superficie lisa, no tejida (con impresiones y estampados muy variados, tipo hidráulico, etc) son también muy recomendables.
La gran ventaja de estas alfombras, además de su resistencia y su rigidez, que evita tropezones, es que su limpieza es tan sencilla como pasarles la fregona, limpiándolas exactamente igual que limpiarías el suelo.
Dentro del mismo estilo, las alfombras sintéticas de polipropileno también son impermeables, súper resistentes y admiten el lavado con agua, esponja, paño húmedo o incluso la manguera en la terraza o el pilón. Y tienen gran variedad de diseños y texturas.